- Entrada de agua
La cantidad de agua utilizada en la limpieza casera es muy variable, pero casi nunca excede de un 5% del total. Es el agua que empleamos para el cubo de la fregona, la limpieza de cristales o el pulido y abrillantado de los baños. - Flujos tóxicos
Los compuestos que sirven de base a muchos productos de la limpieza y el bricolage son similares a algunos de los empleados en la guerra química. Por ejemplo, metilcloroformo, ácido clorhídrico, estricnina, piretrina, percloroetileno, nitrobenceno, clorofenol, entre muchos otros.Hay que tener en cuenta que muchos de estos compuestos se dedican al exterminio de los seres vivos con los que compartimos nuestras casas, especialmente bacterias e insectos (como es el caso de los limpiadores de baños e insecticidas), mientras que otros atacan la suciedad disolviéndola gracias a su carácter corrosivo. Por esta razón, además de problemáticos para el medio ambiente, son una frecuente causa de accidentes domésticos. - Salida de agua residual
Aunque es pequeña en cantidad, se trata de un agua residual muy particular. Además de partículas de suciedad, puede contener una variada colección de compuestos potencialmente tóxicos, contenidos en lejías, desengrasantes, limpiametales y abrillantadores de suelos, entre otros. Los desechos de productos de bricolage -pinturas, barnices, decapantes, etc- también pueden contener productos peligrosos para el medio ambiente o la salud.
Algunas direcciones interesantes:
- Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses
Contiene un apartado especial sobre los productos de limpieza y mantenimiento de uso doméstico y las medidas de actuación en caso de accidente. - Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud
Contiene mucha información útil sobre los riesgos derivados del uso de productos con sustancias potencialmente tóxicas incluidas en su composición. Consultar «recursos sindicales» – «soluciones prácticas».