Elegir el mejor vehículo es más sencillo de lo que parece. No tienes más que seguir las instrucciones de esta encuesta para encontrar de manera infalible el tipo de vehículo que realmente necesitas.

Comenzamos:

Tu trayecto cotidiano (domicilio-trabajo, por ejemplo), ¿cómo es de largo?
Si es de 4 km o menos, camina. Tu radio de acción caminando es mayor de lo que piensas, harás kilómetros sin sentir. Experimentarás mejoras en tu salud y ahorrarás mucho dinero.

Si está entre 5 y 20 km, usa la bicicleta o alguna modalidad de VLUE (Vehículo Ligero Urbano Eléctrico). Al igual que caminar, la bicicleta te proporciona un medio de transporte muy barato y completamente limpio, además de saludable. Los VLUE son vehículos eléctricos para la ciudad, van desde una bicicleta eléctrica a cochecitos y triciclos ligeros, incluso las llamadas “ruedas urbanas”. Cada vez hay más vehículos de este tipo para la ciudad, cada vez más cómodos y con mejores prestaciones.

Si está entre 21 y 40 km, usa el transporte público: tren de cercanías, autobús y metro. Recuerda que puedes sacar más partido al transporte público con los abonos y billetes especiales, así como obteniendo más información de combinaciones de trayectos.

Si tu trayecto cotidiano es mayor de 40 km, la cosa se complica un poco, pero tranquilo, que existen buenas y sostenibles soluciones a tu problema de transporte. Todo depende del total de km que recorres al año.

Si son menos de 10.000, tienes dos buenas opciones; vehículo con conductor (taxi en todas sus modalidades: convencional, con licencia VTC –Cabify, Uber, etc.) y coche compartido sin conductor, como las redes de coches municipales que localizas vía smartphone (Car2Go, Emov, etc. Hay todo un mundo de posibilidades en los coches compartidos, tanto formales como informales (si compartes trayectos con vecinos y compañeros de trabajo).

Si haces más de 10.000 km al año, todo depende de la cantidad de viajes largos (de más de 500 km.) que haces al año.

Si haces menos de cuatro viajes largos, tu opción es el coche eléctrico. Para los largos trayectos esporádicos, podrías alquilar un coche o usar el transporte público.

Si haces frecuentes viajes de más de 500 km, también puedes usar el coche eléctrico, pero teniendo en cuenta que la red de recarga en España es todavía muy floja. Si te vas a mover en frecuentes y largos trayectos por regiones poco servidas de puntos de recarga, podrías necesitar un híbrido o un coche de motor convencional, un utilitario pequeño que te hará el mismo servicio que un SUV y te saldrá tres o cuatro veces más barato. No obstante, recuerda que los coches de motor de gasolina o gasóleo cada vez sufren más restricciones en las ciudades, y que su venta será prohibida dentro de pocos años.

Publicado en el blog El ciudadano autosuficiente