¿Qué son los campos electromagnéticos? Los campos electromagnéticos tienen su origen en las corrientes eléctricas, las cuales son generadas en campos eléctricos. Estos campos eléctricos tienen su origen en diferencias de voltaje, cuanto más alto sea el voltaje, más fuerte será dicho campo. La magnitud del campo eléctrico cambiará en función de la fuerza del campo eléctrico que lo genera.

En el siglo XX la exposición ambiental ha aumentado debido a la creciente demanda de electricidad, el avance en las tecnologías y los cambios en los hábitos en las personas que han generado muchas fuentes artificiales de campos electromagnéticos. Todos estamos expuestos a una combinación de campos eléctricos y magnéticos débiles, tanto en el hogar como en el trabajo, desde los que consumen la electricidad (los electrodomésticos por ejemplo), a los producidos por las telecomunicaciones.

En el organismo se producen pequeñas corrientes eléctricas minúsculas debido a las reacciones químicas que hay en el cuerpo. Los nervios emiten señales mediante la transmisión de impulsos eléctricos; el corazón presenta actividad eléctrica que los médicos detectan por electrocardiogramas; las órdenes que manda el cerebro a los distintos órganos.

Los campos eléctricos de baja frecuencia influyen en el organismo, como en cualquier otro material formado por partículas cargadas. Los campos magnéticos de frecuencia baja inducen corrientes circulantes en el organismo. La intensidad de estas corrientes depende de la intensidad del campo magnético exterior. Si es suficientemente intenso, las corrientes podrían estimular los nervios y músculos o afectar a otros procesos biológicos.

Recientemente con el aumento de dispositivos electrónicos, ha comenzado una notable preocupación de la sociedad por los efectos de estos sobre la salud. Durante los diez últimos años, se han planteado dudas sobre los efectos en la salud de numerosas fuentes de campos electromagnéticos, como los hornos de microondas, los ordenadores, los radares, los teléfonos móviles y sus estaciones de telefonía.

El proyecto internacional CEM, es una respuesta a la creciente preocupación de la sociedad por los posibles efectos sobre la salud de la exposición a la gran cantidad de campos electromagnéticos, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) inició en 1996. Como conclusiones actuales, en los últimos 30 años, se han publicado aproximadamente 25.000 artículos sobre los efectos biológicos. La OMS concluyó que los resultados existentes no confirman que la exposición a campos electromagnéticos de baja intensidad produzca ninguna consecuencia para la salud.

Es decir, los científicos no apoyan que los síntomas como los dolores de cabeza, fatiga, depresiones… sean provocadas por los campos electromagnéticos en el hogar. Aseguran también que no provocan efectos sobre el embarazo, ya sean malformaciones, peso reducido o enfermedades congénitas, en cambio hay factores como la exposición a disolventes orgánicos (que se encuentran en pinturas, barnices…) que son mucho más peligrosos para la salud del feto.

En relación con el cáncer, a pesar de los estudios realizados, la existencia de efectos cancerígenos es un tema muy discutido. En cualquier caso, si los campos electromagnéticos realmente producen algún efecto de aumento de riesgo de cáncer, el efecto será extremadamente pequeño. Los resultados obtenidos hasta la fecha presentan numerosas contradicciones, pero no se han encontrado incrementos grandes del riesgo de ningún tipo de cáncer, ni en niños ni en adultos.

Actualmente en las investigaciones se están empleando actualmente grandes esfuerzos de investigación destinados al estudio de la relación entre los campos electromagnéticos y el cáncer. Otro objetivo de investigación de numerosos estudios actualmente son los efectos sobre la salud, a largo plazo, de la utilización de teléfonos móviles, ya que no se ha descubierto ningún efecto perjudicial por la exposición a niveles bajos de campos de radiofrecuencia. Sin embargo, debido a la preocupación de la sociedad por la seguridad de los teléfonos celulares, investigaciones adicionales intentan determinar si podrían producirse efectos menos evidentes a niveles de exposición muy bajos.

Fuente:  Organización Mundial de la Salud (OMS)  

Fotografía: Electromagnetic fields by emilegraphics from the Noun Project