Fotografía: Annie Spratt on Unsplash

Por primera vez en la historia, el número de habitantes que residen en las ciudades ha excedido al de las zonas rurales. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se alrededor del 55% de la población mundial vive en las ciudades, y se estima que este dato irá incrementando hasta llegar al 70 % en 2050. En los próximos años el crecimiento de las ciudades interesará principalmente a los continentes de África y Asia, dado que en Europa el proceso de urbanización lleva ya muchos años ocurriendo.
Por lo tanto, es necesario reflexionar sobre nuevos modelos de ciudad, que sean capaces enfrentar los retos del nuevo siglo. Aquí es cuando entra en juego el concepto de smart city (en español ciudad inteligente).

 

¿A qué nos referimos con el término Smart City?

Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la smart city es: “Una ciudad innovadora que utiliza las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y otros medios para mejorar la calidad de vida, la eficiencia de las operaciones, los servicios urbanos y la competitividad, asegurando que responda a las necesidades de las generaciones presentes y futuras respeto a aspectos económicos, sociales, ambientales y culturales”. Dicho de otra forma, es una ciudad que, con el uso de las nuevas tecnologías, intende mejorar la calidad de vida de los habitantes, utilizando de forma eficiente los recursos disponibles.

 

¿Cuáles son las ciudades que destacan por el desarrollo de proyectos y infraestructuras “inteligentes”?

En 2017 el centro Juniper Research  ha elaborado el “Smart City Index”, un índice que calcula la “inteligencia” de las ciudades. Campeona indiscutida de la encuesta es la ciudad de Singapur, seguida por Londres y Nueva York. Entre las 10 ciudades más inteligentes tres son en el continente asiático, tres en Norte América, tres en Europa, y una en Oceanía. La única ciudad española que se ha clasificado es Barcelona, que ha ganado el noveno puesto.

 

Singapur, la sabia innovadora

Desde que Singapur ganó la independencia (1956), su economía se ha ido fortaleciendo más y más, hasta llegar hoy en dia a ocupar las primeras plazas del índice de Competencia Global (Global Competitiveness, elaborado por el World Bank) o del índice de Transformación Digital Asiático (Asian Digital Transformation Index). Además, la población ha ido creciendo muchísimo en los últimos años, por lo cual es el segundo país más densamente poblado en el mundo después de Mónaco. Por esta razón, el Gobierno consideró necesario comenzar un cambio radical en la ciudad, de modo que en el futuro Singapur sea capaz de afrontar los retos procedentes del aumento demográfico, el cambio climático y la pobreza urbana. En 2014 fue lanzado el programa “Smart Nation”, con el objetivo de transformar Singapur a través del uso de la tecnología, ofreciendo a los ciudadanos los mejores servicios posibles para diferentes necesidades.
El programa se enfoca en las siguientes temáticas:

 

Sensores y elaboración de datos

Singapur está diseminada de sensores y cámaras por todos lados, tanto que algunos críticos han llegado a nombrarla como “ciudad en estado de vigilancia”. En realidad, el objetivo del gobierno es coleccionar el mayor número posible de datos para poder mejorar los servicios públicos. Ahora en Singapur se está también trabajando para la realización de una plataforma virtual en 3D de la ciudad (Singapore Virtual Platform), que será accesible a empresas, agencias gubernamentales y ciudadanos. Cualquier información sobre la ciudad que te pase por la cabeza buscar, estoy segura que esta plataforma no te va a fallar.

 

Conectados… por todos lados

En Singapur la base de la infraestructura tecnológica se desarrolló a partir de los años 90 con el programa “National Information Infrastructure”. En 1997 fue lanzada “Singapore ONE (UNA red para TODOS), una red a alta velocidad y banda ancha para conectar cualquier persona en cualquier lugar. En 2015 el gobierno hizo un ulterior avance: instaló una red de fibra por el coste de 200 millones de dólares USA, introduciendo áreas de hotspot gratis en la ciudad. En 2018 el plan es llegar a crear un número total de 20,000 hotspots en la ciudad.
Esta experiencia de ultra-conectividad ha transformado Singapur en el primer país al mundo HetNet (Heterogeneous Network), es decir, capaz de desarrollar a nivel nacional una red que conecta ordenadores o otros dispositivos que utilizan sistemas operativos diferentes.

 

Mix para la movilidad: DNI para coches, transporte público y car sharing eco-friendly

En Singapur, pequeño país densamente poblado, no es atípico que los habitantes se tiren horas en el coche por los atascos. Para gestionar este problema, en la segunda mitad de los años ‘70 el gobierno empezó a promover políticas y medidas específicas. En 1998 fue lanzado el programa “Electronic Road Pricing” (ERP), que consiste en solicitar un pago a los conductores de coche por pasar en algunas carreteras en ciertos momentos del día. Este sistema funciona por medio de sensores instalados en las calles y un “DNI” y tarjeta de pago conectadas a cada coche. Cada vez que un auto pasa por debajo de los sensores, estos se activan, se conectan al “DNI” y efectúan el pago a través de la tarjeta. En las horas de punta el tránsito cuesta más, con el objetivo de influir sobre las decisiones de los conductores y convencerlos a cambiar ruta. Además, Singapur posee un sistema de control del tráfico, que permite difundir datos en tiempo real, gracias a la presencia de 800 cámaras en carreteras principales y cruces, y  más de 10.000 dispositivos GPS instalados en los taxis.
En 2030, Singapur lanzó el programa “Smart Mobility 2030”, aspirando a desarrollar el sistema de transporte público y fortalecer el negocio de car sharing eco-friendly de vehículos autónomos.

La fuerza innovadora de Singapur no se acaba aquí. De hecho, este pequeño país ha desarrollado también políticas para el aumento de la eficiencia energética, la sostenibilidad ambiental de los edificios y el reciclaje del agua.

Singapur es el ejemplo perfecto del refrán “Hacer de necesidad virtud”. Para mejorar el estilo de vida y enfrentar a los desafíos ambientales y demográficos, Singapur ya desde hace décadas ha estado llevando a cabo medidas altamente innovadoras. Aunque cada país tenga su historia y su contexto, desde la UE se debería empezar a analizar más detenidamente las políticas de esta tigresa asiática, para evaluar cuáles entre ellas sería rentable aplicar también en nuestras ciudades.

Benedetta Eleodori

 

Más información:
Hacia la ciudad 4.0
Smart Cities World Profiles – The Republic of Singapore