Fotografía: James Wheeler en Unsplash
La temporada navideña está llena de muchas tradiciones que son globalmente diversas, pero que pasan por alto la importancia de una vida sostenible. En los Estados Unidos, así como en muchos otros países más desarrollados, los días festivos se han vuelto muy comercializados y fomentan grandes cantidades de compras excesivas. Estas compras se suman al uso de luces decorativas que consumen mucha energía, a servir comidas grandes y derrochadoras, y al empaquetado de productos para la temporada de entrega de regalos. Aunque cada una de estas tradiciones es típicamente insostenible en la práctica, todas ofrecen alternativas más inteligentes que no requieren cambios importantes.
Ya que estos días festivos son considerados como la temporada de regalar, la compra excesiva es la norma durante esta época del año. Sin embargo, esto tiene un impacto negativo en el medio ambiente, ya que fomenta el comportamiento derrochador. Con el fin de reducir el impacto de regalos y compras en el medio ambiente, es recomendable comprar en su lugar actividades divertidas como regalos. Ya sean entradas para conciertos para ver a su artista favorito o entradas para ver jugar a su equipo de fútbol favorito, esta forma de regalo sin desperdicios proporciona una experiencia más significativa para el receptor. Otra alternativa sería regalar un regalo que se recibió la Navidad anterior o que se dio para otra ocasión. Esto podría ser algo sencillo, como una bufanda que no se había usado desde que la recibió o incluso un bolso que no le gustaba cuando se le regalaba. Comprar en tiendas y mercados locales es otra forma de reducir el desperdicio durante las navidades. Esta es una excelente manera de apoyar a la comunidad local y al mismo tiempo evitar las importaciones comerciales a larga distancia que contribuyen a la contaminación del aire. Un otro elemento crucial en la compra de regalos es que al comprar productos electrónicos, es crucial que sean modelos eficientes en el uso de la energía. Esto no sólo reduce la huella de carbono, sino que también garantiza una vida útil más larga que los modelos que no se consideran energéticamente eficientes.
No sólo los regalos pueden tener un impacto ambiental importante, sino que también el tipo de envoltorio de los regalos tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Esto se debe a que la mayoría de los envoltorios están hechos de productos de papel y plástico, lo cual es extremadamente derrochador, ya que sólo se utilizan una vez y son desechados poco después. Para evitar este ciclo de desperdicio de papel, hay muchas maneras en las que uno puede continuar envolviendo sus regalos sin ser tan descuidado con el medio ambiente. En lugar de comprar papel de envoltorio nuevo cada año para la temporada festiva, uno puede empezar a reciclar sus embalajes, tales como cintas, lazos, cajas y bolsas de regalo. No sólo aumentará la vida útil de los embalajes, sino que también garantizará que se ahorra dinero al no comprar nuevos embalajes cada año. Otro método útil es usar en su lugar papel viejo desechado, como periódicos, revistas, papel marrón o incluso mapas. Esto permite una reutilización más inteligente de los productos que normalmente se habrían desechado y proporciona un aspecto más vintage a nuestros regalos.
La temporada navideña es conocida por estar llena de luces brillantes que cubren las calles de las ciudades así como las principales áreas suburbanas, especialmente en los Estados Unidos. Se ha estimado que la energía consumida en los EE.UU. aumenta un 50% sobre la media durante la temporada navideña. Si bien en la Unión Europea no aumenta tanto, sino sólo en torno al 30 %, todavía existen formas de evitar los grandes aumentos en el uso de la energía. Por ejemplo, es crucial cambiar todos los hilos de luz incandescente a luces LED. Los LEDs tienen una vida útil 10 veces más larga que las luces normales y también reducen el consumo de energía en un 70%. Si bien el encendido de bombillas decorativas LED puede reducir significativamente el consumo de energía, también es crucial asegurarse de que las luces no se mantengan encendidas durante las horas el día o muy tarde en la noche. A veces puede ser difícil saber si las luces están encendidas o apagadas. Por eso se sugiere que las luces se conectan a un sistema de temporizador para que no desperdicien energía, sino que sigan brillando durante las horas punta para los transeúntes.
Es una tradición mundial tener grandes cenas durante la temporada navideña para alimentar a grandes grupos formados por familiares y amigos. Muchos de estos platos que se sirven vienen de muy lejos, están demasiado envasados, y eventualmente se desperdician si se compran en exceso. Hay muchos métodos diferentes que se pueden implementar para asegurar que el consumo de alimentos sea sostenible durante las fiestas. Es crucial que los productos alimenticios se compren en los mercados de alimentos que se dedican a los productos locales para evitar las largas distancias que se recorren para su importación. También es útil comprar artículos a granel para reducir el envasado excesivo que viene con las compras individuales. Si la comida se compra en exceso, puede ser muy beneficioso donar el excedente de alimentos a un banco de alimentos local. Esto garantiza que los alimentos no se desperdicien, y también proporciona comida a los que no la tienen.
Las tradiciones navideñas son globalmente diversas en muchos aspectos; sin embargo, todas sirven para un propósito especial cuando se celebra la fiesta misma. Debido a que la mayoría de estas tradiciones se han mantenido a lo largo de las décadas y los siglos, seguirán existiendo mucho tiempo. Sin embargo, debido a los principales aspectos insostenibles de los mismos, es fundamental implementar cambios que se centren en la reducción de sus impactos ambientales. Esto asegurará que estas fiestas puedan continuar como tradiciones intemporales sin crear cargas devastadoras para el medio ambiente circundante.
Elizabeth Taylor
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