Hasta que podamos volver a disfrutar de las calles, las montañas, los ríos, la playa… y relacionarnos en persona con nuestros amigos, compañeros y familiares [#QuédateEnCasa,  #AplanaLaCurva: #EsteVirusLoParamosUnidos], te contamos unas cuantas cosas muy sostenibles que podemos hacer en nuestras casas… e ir preparando otras que podremos hacer en un futuro que esperamos próximo.

El agua un recurso fundamental en nuestras vidas y al que muchas veces no le damos el valor que se merece, puesto que con solo abrir un grifo ya podemos hacer uso de ella. Sin embargo, es un recurso finito y debemos ser conscientes de ello, más aún viviendo en un país que sufre importantes sequías durante los meses de verano, incluso en invierno. Aquí te contamos algunos trucos para hacer un uso más racional y eficiente de este valioso recurso y al mismo tiempo reducir la factura del agua.

Cosas sostenibles que hacer en casa: #AprovechaElAgua

Inodoro con dinero
Fotografía: Fran hogan en Unsplash

#MenosAguasMenores
Usar agua potable para hacer desaparecer nuestros desechos es como usar pañuelos de seda para fregar el suelo. Por desgracia, muy pocas casas tienen doble circuito de agua, en el que el agua potable se utiliza para usos nobles (beber, ducharnos, cocinar, lavar la ropa y los cacharros) y el agua que sale de estos usos es la que se emplea en el WC. Pero podemos utilizar sencillos trucos para gastar menos agua en el WC, como poner una botella de agua de plástico de 1,5 litros dentro de la cisterna (si no tienes doble tecla) o xixi no banho (orinar mientras te duchas, en portugués suena mejor). Naturalmente, si tienes WC de doble tecla (aguas mayores / menores), pulsa la correcta, y si tienes uno con parada a voluntad de la descarga, quédate un poco corto. Recuerda, usa menos agua para arrastrar residuos.

Cubo rojo
Fotografía: Saveliy Morozov en Pixabay

#ReciclaAgua
Si tienes unas cuantas plantas por casa esto te puede venir bien. Todos conocemos ese incómodo momento en el que nos metemos en la ducha y, al abrir por primera vez el grifo, el agua sale fría como un témpano de hielo, teniendo que esperar unos cuantos segundos dejando correr el agua hasta que esta comienza a templarse. La solución es muy sencilla, llena un cubo con el agua que sale de la ducha hasta que se calienta y úsala después en lugar del agua del grifo. Por ejemplo, para regar las plantas o en la limpieza doméstica.

Ducha
Fotografía: Tookapic en Pixabay

#DuchaResponsable
Al igual que no debemos dejar correr el agua mientras nos afeitamos, lavamos los dientes o la cara, también debemos ser responsables mientras nos duchamos. Disfrutar de una buena ducha es una maravilla, pero no debemos olvidar el propósito de esta, es decir, lavarnos. ¿Cuál sería un uso óptimo de la ducha? Una ducha de 5 minutos es más que suficiente para el día a día y más ahora que apenas salimos de casa, debiendo cerrar el grifo mientras nos enjabonamos. Además, puede ser un buen momento para fijarnos en el cabezal de ducha que tenemos, pudiendo plantearnos cambiarlo por uno más eficiente en un futuro próximo. Adquiere un cabezal con aireación de la salida de agua, debido a que mezclan el agua con mayor o menor cantidad de aire.La calidad de la ducha será la misma o mejor, ya que aumenta la presión para compensar la menor cantidad de agua a la que permite el paso. Estos dispositivos son baratos y se pueden llegar a conseguir ahorros de agua de hasta el 50 %.


Fotografía: Mike Kotsch en Unsplash

#RiegoConLluvia
Si tenemos un huerto o bastantes plantas en la terraza que regar, una buena opción podría ser instalar colectores de agua de lluvia para posteriormente usarla para regar. Estos colectores de agua, no son más que grandes bidones o depósitos situados encima de una plataforma que, mediante un tubo conectado al canalón, recogen el agua procedente de la lluvia y la almacenan en su interior. Mediante una manguera o una llave de paso acoplada en parte inferior del bidón, podemos dejar correr el agua para llenar las regaderas y regar las plantas o el huerto. Se pueden comprar por internet o, a poca maña que tengamos, fabricarlo nosotros mismos. Solo necesitamos un recipiente con un volumen lo suficientemente grande (ejemplo: un barril), un par de tubos de pvc o similar y una llave de paso o un mecanismo que permita la salida del agua. Es una manualidad sencilla, sostenible, divertida y, sobre todo, útil.

Gota de agua
Fotografía: Ed Leszczynskl en Unsplash

#RiegoEconomizador
Si queremos ahorrar el máximo la cantidad de agua que usamos para regar las plantas o el jardín, aquí tienes una manualidad que te puede ser de gran ayuda. Hay varias técnicas distintas, pero vamos a abordar una de las más simples. Solo necesitas una botella de plástico con su tapón correspondiente, un clavo o cinta americana y un soporte al que anclar la botella y que se pueda enterrar en el suelo (palo, una vara o similar). Lo primero cortamos la parte inferior de la botella (el extremo opuesto al tapón), de forma que si giramos la botella con el tapón mirando hacia abajo, debería quedar un recipiente con un “embudo” en la parte de abajo. A continuación, ponemos la botella boca abajo (en posición de “embudo”) y la anclamos al palo, vara o lo que hayamos escogido como soporte. Para este paso puedes utilizar un clavo pequeño o, si te importa menos la estética, darle dos vueltas con cinta americana (cumplirá con su cometido). Después de esto, debemos clavar en el suelo o en la tierra de la maceta el palo unido a la botella (recordad que la botella puesta boca abajo), de forma que quede sostenida de forma vertical en el aire.

¡Listo! Ya tenemos nuestro riego por goteo. Para utilizarlo, llenamos la botella por la parte que recortamos al principio (es decir, el culo de la botella) y desenroscamos poco a poco el tapón hasta que comience el goteo. En función del tamaño de la planta y de sus requerimientos hídricos, dejaremos correr más o menos el agua. Además esta técnica se puede aplicar cuando, en un futuro (esperemos que próximo), nos vayamos de viaje y dejemos desatendidas nuestras plantas. También tiene la ventaja que si llueve se rellena la botella, aumentando de nuevo la cantidad de días que puede pasar desatendida. Hay más técnicas, como meter el extremo de una cuerda en un recipiente con agua y el otro extremo enterrado en la maceta, o un pequeño invernadero que utiliza su propio ciclo del agua.

Lavaplatos
Fotografía: LaterJay Photography en Pixabay

#FregadoEconomizador
Un clásico que no podía faltar en esta lista, ¿qué es mejor, fregar a mano los cacharros o utilizar el lavavajillas? Prácticamente en la totalidad de los casos y, exclusivamente en cuanto a ahorro de agua se refiere, es mejor utilizar el lavavajillas siempre y cuando esté lleno. Para sacarle el máximo provecho al lavavajillas, debemos ponerlo en el modo “Eco” (si es que dispone de él). De esta forma tardará más el lavado, pero gastará menos agua y menos electricidad. Cuanto más eficiente sea tu lavavajillas, mejor. Intenta hacerte con uno que tenga una categoría energética A+++.

Sin embargo, si eres de los defensores del fregado a mano o no dispones de un lavavajillas, también te podemos dar un par de consejos para un lavado más eficiente. El primero es que controles la cantidad de agua que utilizas, es decir, no dejes el grifo abierto todo el rato y regula la cantidad de agua que necesitas. No es necesario abrir el grifo al máximo, con que caiga un poco de agua es suficiente. Utiliza agua templada para que las incrustaciones salgan mejor, tardarás menos y necesitarás una menor cantidad de agua. Enjabona primero y aclara después. Por último, deja en remojo aquellos utensilios que tengan manchas difíciles de quitar, por ejemplo, el arroz quemado en una cacerola o las salsas que se hayan secado. Cuando regreses al cabo de un rato, debería poder quitarse muy fácilmente, si no es así no tienes más que añadir unas gotas de vinagre.

Lucas Peces Coloma