Fotografía: hace un poco más de un siglo, la carne líquida era tendencia. Mundo Gráfico, 2 de mayo de 1917 – Biblioteca Nacional de España (Hemeroteca Digital)

 

Tras prospectar la literatura vigente y entrevistar a varios expertos en este campo, ahí van algunas de las más importantes y que más afectarán nuestra vida cotidiana.

Límites legales a la comida basura
Cada vez hay más barreras y cortapisas legales a la comida basura. Por ejemplo, impuestos al contenido en azúcar, o prohibición lisa y llana de alimentos con una concentración de calorías superior a cierto baremo en máquinas expendedoras, etc. Esta línea legal se está imponiendo porque los gobiernos ven con espanto el aumento de costes de los sistemas de salud pública por epidemias alimentarias como la diabetes.

Desprestigio cultural de ciertos alimentos peligrosos
En relación con lo anterior, pero de manera más permanente y eficaz, determinados componentes de los alimentos como el azúcar o el aceite de palma o de coco son cada vez más considerados como dañinos y se evita su compra. La industria alimentaria está reaccionando y retirándolos de sus productos.

Afán por la alimentación saludable
El aforismo hipocrático “Que tu alimento sea tu medicina” vuelve a sonar en las redes sociales. Es la versión moderna de los antiguos refranes, que nos enseñaban lo que debíamos comer para estar sanos (como este: con pan y ajo crudo, se anda seguro). Frutas y verduras crudas, legumbres, cereales integrales y menos carne es algo que casi todo el mundo incluye en una dieta considerada sana y sostenible.

Auge de la educación para la alimentación
Cada vez está más claro que la educación para la alimentación es fundamental. Solo así podremos elegir la mejor comida a los mejores precios y evitaremos caer en las trampas de la comida basura, que muchas veces se disfraza de comida sana y sostenible. Los comedores escolares son una parte importante de esta educación. Educan al conjunto de la comunidad educativa (alumnado, profesorado, familias, trabajadores…) y, como no, a las empresas.

Nuevos peligros en la comida
La tendencia sin-sin-sin está llegando muy lejos, ya hay alimentos que se venden con siete u ocho negaciones: sin gluten, sin lactosa, sin colesterol, sin grasas trans, sin azúcar añadido, etc. En parte encubre alimentos ultraprocesados que sustituyen, por ejemplo, el azúcar por edulcorantes, que no añaden calorías a la dieta pero cuyos efectos a largo plazo son acostumbrar al cuerpo al sabor dulce.

Tendencias contradictorias en la cocina
¿Vuelve el prestigio de los cocinillas o todo lo contrario?, ¿se está produciendo una paulatina erosión de la cultura gastronómica? La respuesta a esta pregunta es sí a las dos cuestiones. Por un lado, un sector creciente de la población se está acostumbrando a cocinar y a disfrutar haciéndolo. Pero por otro, otro sector creciente considera que cocinar está fuera de sus atribuciones, usando como excusa el ajetreado ritmo de la vida moderna. La destrucción de la cultura culinaria básica es una de las causas directas de la epidemia de obesidad.

Nuevos alimentos
La quinua ya es bien conocida, el kale y la chía lo son algo menos y la lista no para de crecer. Además de una moda, es la manera en que una cultura alimentaria incorpora nuevos elementos (como incorporó el tomate y la patata hace siglos). En general, la variedad de alimentos a nuestro alcance no tiene parangón con ninguna otra época anterior.

Las redes sociales funcionan
Las redes sociales están tomando un papel importante en difundir información sobre los alimentos, lo que debemos y no debemos comer, dónde conseguir la mejor comida, recetas de cocina, alertas alimentarias, etc. Es verdad que a veces también difunden bulos y alertas injustificadas, pero en general son un canal de información excelente y accesible a todos.

¿Dejaremos de contar nutrientes?
El nutricionismo está en la base de la ciencia de la alimentación actual, y lo estárá mucho tiempo, pero es probable que se aleje de nuestras preocupaciones cotidianas. Cada vez resulta más absurdo pasarnos la vida contando calorías, proteínas, hidratos, lípidos y micronutrientes. Además, el contenido en nutrientes se usa a veces para dar una apariencia de respetabilidad a la comida basura.

Comida dual
La alimentación a nuestro alcance se mueve en muchas direcciones a la vez. Cada vez tenemos más variedad y calidad a nuestro alcance, pero también cada vez hay más productos ultraprocesados diseñados para resultar adictivos y de una calidad muy baja. Parece que vamos hacia una dualidad entre la  comida de calidad, muy cara, y la comida basura, solo aparentemente barata.

(Publicado en el blog El ciudadano autosuficiente, del diario Público)