Todavía incipientes (aunque algunos son el regreso a prácticas muy antiguas) estos brotes futuristas comienzan a proliferar en nuestros pueblos y ciudades. Son manifestaciones de una vida más viable, menos contaminante, derrochadora y cara. Pueden estar en la esquina de nuestra calle o a la vuelta de internet. Por ejemplo:

Tiendas de granel

En ellas todo se vende al peso, desde unos pocos gramos a varios kilos. Como se hacía antaño hasta con el pan hasta que llegaron los packs y los envases retractilados. No solo venden legumbres secas, puedes llevar tu propia botella vacía y llenarla de leche fresca, en algunas tiendas. Fundamentales para avanzar hacia el residuo cero.

Slow Fashion (Moda Lenta)

Contra la moda UFF (Ultra Fast Fashion, Moda Ultra Rápida), la idea SF. La idea consiste en gastar algo más (no mucho más) en prendas de ropa de buena calidad, que nos pueden durar años y años y aguantar miles de lavados sin inmutarse. Hay tiendas especializadas y sitios web para encontrar ropas Slow Fashion (las prendas duraderas de toda la vida).

Vehículos compartidos

Sin duda, el transporte del futuro. Lo coges en cualquier calle y lo dejas donde te venga bien. Ahora son incipientes (por ejemplo en Madrid, juntando coches y motos, todos eléctricos, habrá unos 1.500 a lo sumo),  pero cuando haya decenas de miles podrán sustituir sin problemas a los millones de coches en propiedad que hoy atascan nuestras calles.

Fruterías y verdulerías

Cada vez que veas una tienda de este tipo, estás viendo una semilla de sostenibilidad. Los alimentos vegetales frescos son la base de la salud y de un medio ambiente sano. Son baratos, tienen una huella ecológica muy reducida en comparación con la carne y combaten toda clase de enfermedades.

Paneles solares en las cubiertas

Aunque todavía están penalizados, pronto se acabará el impuesto al sol y empezarán a proliferar. Se trata de captar la energía en cualquier parte donde se encuentre, y la del sol abunda en nuestro país. ¡Un buen porcentaje del total de la energía que necesitamos puede venir de nuestro propio tejado! También existen en versión térmica, para producir agua caliente.

Bicicletas

La bicicleta es un invento genial que multiplica la fuerza muscular que cualquier persona puede desarrollar para movernos a unos 20 km/h a lo largo de decenas de kilómetros, sin mucho esfuerzo. Cualquier persona de cualquier edad y condición física puede usarla. Cada vez se ven más en las calles.

Compostaje de barrio

Recintos especiales en las plazas donde los vecinos pueden llevar sus residuos compostables. Con el abono conseguido, se pueden mejorar los parques y parterres, y sobra todavía para los tiestos de los vecinos. Es un paso más en lo que se llama la re-naturalización de la ciudad. Podemos tener ciudades con todo lo bueno del medio urbano y con elementos de la naturaleza suficientes para que la vida en ellas sea más placentera. Por ejemplo, colmenas urbanas. Información sobre el área de compostaje comunitario del Distrito de Hortaleza, Madrid.

Peajes para entrar en la ciudad

O en el centro de la ciudad al menos. Bilbao lo está planteando, en Londres lleva implantado varios años. La idea es sencilla: si metes tu coche contaminante en la ciudad, pagas una tasa que servirá para mejorar el transporte público. Si entras con un vehículo eléctrico, no pagas nada.

Información no financiera

El dinero no lo es absolutamente todo. Cada vez más, las empresas se mueven no guiadas exclusivamente por los beneficios que puedan obtener, sino guiadas por otros criterios  ambientales y sociales. Ahora mismo lo hacen asustadas por los posibles riesgos que pueden correr si no hacen las cosas bien en materia ambiental y social, pero algunas se están dando cuenta de que hacer las cosas bien desde el principio en estos aspectos no financieros no solo no los reduce, sino que incluso ¡mejora los beneficios!

Nota

Estas «semillas de sostenibilidad» están en todas partes. Si echas a faltar alguna en esta lista parcial, envíanos la información.