Fotografía: Yanguang Lan on Unsplash

“El 50% del arrecife de la Gran Barrera de Coral de Australia está hoy extremamente blanqueado y el 91% muestra al menos algunos signos de blanqueamiento” reporta a CNN  Sean Connolly, líder del programa “Dynamics of Coral Reef Ecosystems” .

La decoloración de los corales es un efecto directo del calentamiento global. De hecho, los corales tienen algas microscópicas que viven dentro de sus “cuerpos”, que utilizando la energía solar para producir alimentos para el coral en forma de azúcar. Estas algas son las que dan el color a los corales. Cuando hace mucho calor durante demasiado tiempo, los corales sufren una especie de “golpe de calor” y expulsan las algas de las que dependen para obtener alimentos y, consecuentemente, se blanquean. Si la temperatura de los mares y océanos no se baja pronto, los corales morirán literalmente de hambre y los arrecifes se blanquearán totalmente.
Si estás interesado en este proceso, te aconsejo ver este video muy bien explicado.

La Gran Barrera de Coral de Australia fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1981 y es hoy el mayor arrecife de coral del mundo. Se extiende a lo largo de unos 2.600 kilómetros y aglutina una de las mayores concentraciones de biodiversidad del planeta.

A pesar de que dos tercios de los corales de la Barrera están hoy sufriendo importantes procesos de blanqueamiento, en 2017 la UNESCO –con el rechazo de la mayoría de los ambientalistas– nunca ha puesto la Gran Barrera en la lista de los sitios en peligro. Muchos suponen que esta decisión refleja más una voluntad política que el estado real en que el arrecife se encuentra. Además, con esta decisión se ha intentado disminuir el daño potencial a la industria del turismo del país.

En el intento de gestionar el proceso de blanqueamiento, el gobierno australiano ha publicado en julio 2018 una versión actualizada del plan “Reef 2050”. El objetivo principal -–reducir los impactos negativos causados por el calentamiento global– se intenta conseguir a través de acciones concretas, por ejemplo: inversiones para alcanzar un mejor manejo de la tierra en materia de uso de pesticidas y de aporte de sedimentos procedentes de la agricultura, por lo tanto mejorando la calidad del agua que entra en el arrecife desde la cuenca; reducción a cero del vertido del material dragado por los cinco puertos industriales más cercanos a la Barrera, etc.

La Gran Barrera de Coral de Australia –una de las siete maravillas del mundo–, según muchos, debería estar en la lista UNESCO de Patrimonios de la Humanidad en peligro. Pero, te parezca bien o mal, aún no está. Por el contrario, la Barrera del Arrecife de Belice –el segundo sistema de corales más grande del mundo después del australiano– ha pasado por el proceso inverso. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996 y fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro en 2009. Gracias a una exitosa gestión ambiental de la zona, a finales de junio 2018 este sitio natural ha salido de la lista UNESCO de patrimonio en peligro.

Este arrecife se extiende unos 300 kilómetros a lo largo de la costa de Belice, en la región del Caribe. Una de sus formaciones más importantes es el nombrado “Gran Agujero Azul”, que es un atolón de forma circular con más de 300 metros de ancho y 123 metros de profundidad, único en su género en todo el mundo. Su buena gestión se ha basado principalmente en aumentar la protección de los mangles –arbusto leñoso muy abundante en la América Intertropical– , en impedir la exploración petrolera cerca del arrecife y en el desarrollo de un plan de gestión con la participación de las comunidades locales y otras partes interesadas.

¿Qué podemos hacer nosotros?

El gobierno australiano ha creado la campaña #LoveTheReef, promoviendo algunos pequeños cambios para disminuir nuestro impacto negativo a la hora de hacer turismo cerca de los arrecifes de coral. Se aconseja por ejemplo no dejar la basura en las playas o en el mar, anclar lejos de los corales, proteger y no invadir los ecosistemas costales, al hacer snorkel mirar pero no tocar los corales, y mucho más. Para más información pincha aquí.

Benedetta Eleodori