La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lo tiene claro. El sector de la ganadería produce un impacto enorme en el medio ambiente, emitiendo cada año alrededor de 70 millones de toneladas de CO2 equivalente.

La ganadería es responsable de la producción del 15% de las emisiones antropogénicas totales, superando el porcentaje de gases de efecto invernadero producidos por el entero sector del transporte.

Pero, ¿qué pasaría si todo el mundo fuera vegano?

Para los que se preocupan particularmente por el bienestar de los animales y del medioambiente, tomar la decisión de volverse vegano parece a primera vista muy evidente.
Según el informe publicado por el PNAS (Proceedings of National Academy of Sciences), si todo el mundo adoptara una dieta vegetariana las emisiones de gases de efecto invernadero emitidas durante el proceso de producción de comida disminuirían un 63%, y un 70% si el mundo se volviera vegano.

Y no solo esto. El estudio también ha analizado la relación entre un estilo de vida vegetariano (que consiste en no comer ningún tipo de carne) y vegano (que además de no comer carne, tampoco acepta el consumo de los productos procedentes de los animales) y la salud de los individuos. Los números son impresionantes: la difusión de la dieta vegetariana podría evitar 7,3 millones de muertes en 2050, mientras la vegana 8,1 millones.

“Esto se explica por la disminución del consumo de carne y el aumento del de frutas y vegetales, que permitiría reducir algunos tipos de enfermedades como la diabetes, la apoplejía y la coronaria”, explica el investigador del programa Future of Food de la Oxford Martin School Marco Springmann.

Pero, está también el otro lado de la moneda. Una dieta vegetariana o vegana no es viable en todas las áreas del mundo, ya que algunas tierras no son aptas para el cultivo. Además, los productos animales poseen más nutrientes por caloría que los principales productos vegetales (por ejemplo arroz y cereales). Tim Benton, experto en nutrición en la Universidad de Leeds, afirma que “Si todo el mundo se volviera vegano, podría generarse una crisis sanitaria en los países en desarrollo. De dónde vendrían los micronutrientes necesarios?”

¿Tierra para humanos o para animales?

Hoy en día, el 68% de la tierra apta para los cultivos es utilizada por el ganado.

Si todos nos volviéramos vegetarianos, idealmente dedicaríamos por lo menos el 80% de esta tierra a la restauración de pastizales y bosques, que jugarían un papel muy importante en capturar el carbono y aliviar el cambio climático.

Además, el 20% restante de tierras utilizadas para el ganado, se podrían convertir en cultivos para los humanos.

Aunque se trata de un aumento pequeño de las tierras agrícolas, esto compensaría la falta del consumo de carne, ya que actualmente un tercio de la tierra utilizada para cultivos está dedicada a producir alimentos para el ganado, no para las personas.

En suma, si por un lado la idea de hacerse vegano parece muy atractiva por los beneficios que produciría en el medio ambiente (y no solo), también hay que pensar que el sector ganadero hoy en día ofrece trabajo a millones de personas y que existen ganaderías tradicionales de bajo impacto perfectamente integradas en el territorio.

Un cambio es posible, aunque es necesario encontrar buenas alternativas para las poblaciones que trabajan desde hace siglos en este sector, de forma que la transición hacia un nuevo tipo de empleo sea facilitada por la sociedad y los gobiernos.

Benedetta Eleodori