Por fin llegas a tu casa.

Llevas todo el día pensando en la costillas de cerdo que te has comprado y que quieres cocinar en adobo. Preparas la mesa y cuando ya la carne está lista, te sientas y empiezas a disfrutar de tu genuino trozo de carne.

Bueno, si eres ciudadano de los EEUU, desafortunadamente de genuino tendrá muy poco, a menos que lo hayas comprado de ganadería ecológica. De hecho, en EEUU entre el 60% y el 80% de los cerdos están tratados con ractopamina, un medicamento anabolizante. Lo que hace la ractopamina es acelerar el proceso de crecimiento del animal, disminuyendo la cantidad de grasa.

El uso de la ractopamina en EEUU empezó en 1999, cuando fue declarado “seguro” por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Después su uso fue extendido al vacuno en 2003 y a la carne de pavo en 2008.

Esto sucedía mientras más de 150 países prohibían la ractopamina –entre ellos la UE, China y Rusia.

Al fin y al cabo, tan milagroso este medicamento no será.

Impactos en la salud de los animales

En 2012 la FDA recibió 200.000 informes por parte de los ganaderos sobre los efectos secundarios de la ractopamina en los animales, en ellos se habla de “hiperactividad, temblores, miembros rotos, incapacidad de caminar y eventualmente, muerte”. Además, dado que la ractopamina se suministra en las últimas semanas de vida del animal, antes de su matanza, se ha descubierto que normalmente hay trazas de este compuesto que se quedan en la carne que luego llegará a las mesas de los consumidores.

Impactos en la salud de los humanos

Por lo que concierne a la salud de las personas, todavía se poseen muy pocas informaciones al respecto. El único estudio sobre humanos tuvo lugar en 2012 y participaron seis hombres jóvenes en buena salud. Solo uno de los seis abandonó el proyecto después haber experimentado efectos adversos.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha descubierto que la ractopamina causa un aumento de la frecuencia cardiaca y sensación de palpitaciones aceleradas.

Otras informaciones llegan de la Sichuan Pork Trade Chamber of Commerce en China, que ha presentado un informe en el que se declara que 1.700 personas fueron envenenadas entre 1998 y 2010 por haber comido carne de cerdo al que se le había suministrado ractopamina.

La respuesta de EEUU

La aprobación de la ractopamina por parte de la FDA se ha basado principalmente en los estudios realizados por el fabricante del compuesto, la empresa Elanco. Como es normal para muchas empresas, que enfocan sus mayores esfuerzos para aumentar las ganancias y no para el bien de las personas, todos los estudios han evitado evaluar los impactos en la salud de los seres humanos y de los animales.

Protegiendo principalmente sus propios intereses, la industria ganadera y farmacéutica de EEUU insisten en que la oposición extranjera a la ractopamina proviene de una actitud proteccionista, no de la preocupación por la seguridad de los alimentos.

Muchas empresas en EEUU ya tienen algunas plantas de producción 100% libres de ractopamina. Esta carne “ractopamine free” normalmente se exporta a los mercados que han prohibido el antibiótico –por ejemplo UE y China.

Para los otros consumidores –es decir los estadounidenses– la carne se continúa produciendo de la misma forma: “ractopamine soaked” (empapado de ractopamina).

Benedetta Eleodori

Fotografía: Suzanne Tucker on Unsplash.

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