Es bastante probable que si lees N-(hydroxymethyl)acrylamide, tris(2-methoxyethoxy)vinylsilane o 6,6′-di-tert-butyl-2,2′-methylenedi-p-cresol, tu cabeza ni siquiera haya hecho el esfuerzo de procesar lo leído. Pero si después lees que dichas sustancias –que podrían estar en alguno de los productos que compras– están clasificadas como potencialmente cancerígenas, mutágenas o como dañinas para la reproducción, seguro que algo en tu cabeza se despierta y ya, aunque sigas sin aprenderte esos nombres tan complejos, prestarás más atención.

Estos tres ejemplos de compuestos químicos son tres de las últimas sustancias que se han incluído en la Lista de Candidatas del Reglamento REACH. Esta lista recoge 224 de lo que se llaman Sustancias Extremadamente Peligrosas (SEP), es decir, sustancias que según dicha normativa son, por ejemplo, cancerígenas, mutágenas, disruptores endocrinos o resultan dañinas para la reproducción o el sistema respiratorio.

El Reglamento REACH supuso la creación de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) y, además, fomenta los métodos alternativos a las pruebas en animales o crea un mercado único de sustancias y preparados químicos. Además, tiene por objetivo fomentar la innovación y la competitividad en el sector. En definitiva, su objetivo principal es la protección para la salud humana y el medio ambiente frente al riesgo que puede conllevar la fabricación, comercialización y uso de las sustancias y mezclas químicas.

 

 

Y ¿por qué estamos ahora hablando de esto? Porque desde mayo de 2022 en la Fundación Vida Sostenible (FVS), participamos como entidad responsable en España del proyecto europeo LIFE AskREACH, que pretende promover el “derecho a saber” de las personas consumidoras establecido en el artículo 33 de dicho Reglamento. Este derecho se basa en que el consumidor debe conocer lo que compra y, por ende, la empresa productora, distribuidora o importadora está obligada a informar si los productos contienen alguna SEP por encima de un 0,1% sobre el peso del producto, ya sea en el producto o en el envase o embalaje del mismo. Eso sí, las entidades responsables de cumplir con este requisito son aquellas empresas establecidas en la UE que producen, distribuyen e importan los artículos a los que se les aplica este Reglamento.

También es relevante señalar que este Reglamento no se aplica a cualquier producto. Hay productos que tienen su propia legislación como son los alimentos o los productos farmacéuticos. Por eso, este Reglamento afecta a los que no tienen sus propias regulaciones tales como muebles, pinturas, ropa, artículos deportivos, electrodomésticos…

 

 

Para facilitar la comunicación entre los consumidores y las empresas, desde el proyecto AskREACH se ha creado la aplicación móvil Scan4Chem (que también la podemos encontrar como web). Se trata de una aplicación en la que, a través de la lectura del código de barras o la introducción de ciertos datos del producto, podemos conocer la información relacionada con las SEP del artículo. O, en el caso de que esa información no esté disponible, se puede enviar una solicitud de información a las empresas responsables de su fabricación, importación y distribución.

En España seremos nosotros, la Fundación Vida Sostenible, quienes dinamicemos y gestionemos la app con la información que las empresas revelen de sus productos, y las peticiones o consultas que las personas hagamos a la empresa productora, importadora o distribuidora del bien que vayamos a comprar.

Con ella se pretende promover la compra consciente y responsable, sabiendo que existen sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente. También se quiere facilitar la comunicación entre empresas y personas, favoreciendo la transparencia empresarial hacia los clientes.

Además, el uso extendido de esta aplicación pretende animar a las empresas a que busquen sustancias no dañinas para sustituir las SEP.

 

 

Tenemos grandes ilusiones con este proyecto porque creemos que tiene mucho potencial y encaja a la perfección en nuestra filosofía de cuidado del planeta, las personas y el respeto a los derechos humanos. Los resultados de uso de la aplicación Scan4Chem en España serán mejores cuánto mayor sea la red de personas y empresas que la utilicemos. Cuantas más personas usemos la aplicación, más solicitudes de información se realizarán y más información subirán las empresas sobre sus productos. Así es, son las empresas las que subirán la propia información y, aunque seguro que un gran número de ellas colaborarán encantadas, habrá otras que no conocerán este Reglamento o sean reacias a sustituir compuestos peligrosos por otros no peligrosos. Por ello, cuantas más solicitudes se envíen desde la app, más información subirán las empresas y, por lo tanto, la app nos podrá dar un mejor servicio. Además, cuantas más veces usemos la app, en más ocasiones podremos alertar sobre el uso de dichas sustancias y demandar que se sustituyan por sustancias no peligrosas.

Por eso os invitamos a que descarguéis la aplicación Scan4Chem en vuestro móvil (la hay para Android y Iphone) o a que accedáis a ella en la web y comencéis a leer los códigos de barras de los productos que vayáis a adquirir.

Colaboremos por un mundo libre de SEP (Sustancias Extremadamente Peligrosas). Más información en el espacio web del proyecto.

Equipo de FVS

Fotografías: Proyecto AskREACH.