La primera buena noticia es que el 31 de diciembre se acaba el 2020, un año que ha sido nefasto desde las primeras horas de su primer día. Mientras llega el verano y con él un fin claro para la pandemia (esperemos), podemos alegrarnos mientras tanto por unas cuantas buenas noticias, que se van a manifestar en este año 2021 que se avecina. Vamos a verlas.

 

Los coches menos contaminantes bajan de precio (o al menos no suben)

Los coches pequeños y menos contaminantes no se van a enterar del aumento de precio que supone pasar de la antigua medición de emisiones NEDC a la nueva y más exigente WLTP (con la medición nueva y más real las emisiones se disparan y coches que no pagaban el impuesto de circulación ahora sí tienen que hacerlo, a partir del 1 de enero de 2021). Es una amplia gama de vehículos que lanzan menos de 120 gramos de CO2 por el tubo de escape. Hay que decir también que los eléctricos, cada vez más accesibles en precio, no emiten ninguna clase de contaminación y por supuesto no pagan el impuesto, además de gozar de subvenciones bastante importantes.

 

Se acaban las anillas de plástico (y más cosas de plástico)

Dentro de la ofensiva general contra el plástico desechable, la decisión de Estrella Damm y Mahou-San Miguel de acabar con las anillas y embalajes de plástico y usar cartón en su lugar supone un paso interesante. Además de aliviar la conciencia de muchos aficionados a la cerveza, la iniciativa se une a la prohibición de cubiertos, platos, pajitas y otros adminículos de plástico desechable en la UE, que entra en vigor en 2021.

 

La justicia reconoce que la contaminación mata

La relación entre la contaminación atmosférica y la mala salud es conocida desde hace décadas, pero es la primera vez que la administración de justicia achaca una muerte, con nombres y apellidos, a los excesivos niveles de polución de su medio ambiente. Se trata de una zona del sur de Londres con mucho tráfico que supera los límites legales de inmisión de óxidos de nitrógeno y partículas. El juez instructor determinó que la contaminación fue una de las causas necesarias de la muerte de la niña de nueve años Ella Kissi-Debrah, que padecía asma.

 

Se cierran las centrales de carbón y se abren los electrolizadores

Las centrales térmicas alimentadas con combustible sólido y fósil cierran una tras otra. Ya solo quedan menos de media docena en España. Su lugar lo están ocupando los electrolizadores, instalaciones para la producción industrial de hidrógeno a partir de agua y electricidad de origen renovable. Más prometedora todavía es la fotoelectrólisis, en la que los fotones de la luz solar rompen directamente el agua para producir hidrógeno, sin la electricidad como paso intermedio.

 

Las apps (y otras cosas) están revolucionando el transporte en las ciudades

Las nuevas apps de transporte público lo consideran todo, desde el metro a los patinetes. Por ejemplo, así lo hace la app MadridMobility360 de la ciudad capital, inaugurada hace unas semanas. Es una muestra de cómo se está pasando de una separación rígida entre el transporte público y el privado, en la que o usabas el coche o usabas el metro, a una situación fluida con muchas opciones intermedias semipúblicas y semiprivadas, que da mucho más margen a los ciudadanos para moverse de manera sostenible.

 

Grandes empresas dan un giro hacia la sostenibilidad

Ikea renuncia a las rebajas del Black Friday y en su lugar anuncia un Green Friday, día en el cual se recompran los muebles usados de sus clientes. Iberdrola abandona a buen ritmo sus participación en la generación eléctrica a base de carbón y nuclear. Son dos ejemplos de cómo, más allá del greenwashing, unas cuantas grandes compañías están cambiando de rumbo y enfilando la ruta de la transición ecológica. Se sabe que no es lavado de cara verde cuando los cambios no son superficiales, sino que afectan al núcleo del negocio, al core business, dicho en fino.

 

Los aviones eléctricos ya vuelan como si tal cosa

Hasta ahora habíamos visto avionetas pequeñas echarse al aire a base de motor eléctrico, pero ya están despegando aviones de tamaño considerable, como el Cessna Grand Caravan, que pesa cuatro toneladas a plena carga y puede llevar diez pasajeros. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer hasta que veamos volar un avión grande e intercontinental con motores eléctricos, parece que la aviación regional, de aviones pequeños y recorridos cortos (por lo tanto poco eficiente si se mueve con queroseno), ya puede hacerlo.

 

Vuelve el devolver el casco

De una manera o de otra, usando tecnología de punta (contenedores electrónicos) o sistemas analógicos bien experimentados (entregas el envase y te dan el dinero), la manera de insertar los envases desechables en la economía circular cada vez más va en la dirección del depósito, devolución y retorno (de donde su nombre de SDDR). La nueva ley estatal de residuos la incluirá, y algunas autonómicas (como la de la Comunidad Valenciana) ya lo hacen explícitamente.

 

La UE hace una limpieza a fondo de nuestras casas y para los pies a la obsolescencia programada

De vez en cuando allá en Bruselas (o donde tenga su sede la institución responsable) legislan con cierta contundencia, es verdad que con pies de plomo. El año que viene entran en vigor dos normas importantes. La primera prohíbe el uso de productos químicos tóxicos en artículos de uso diario, como cosméticos, productos de limpieza y envases (la Estrategia de Sostenibilidad de Sustancias Químicas). La segunda establece el “derecho a reparar”, es un conjunto de medidas que obligan a garantizar la existencia de piezas de recambio, determina el derecho a conocer la duración prevista del producto, etc. Aquí se puede ver un interesante análisis de esta norma por Santiago Alba Rico.

 

Los coches se civilizan en la ciudad

Si las apps de movilidad urbana facilitan una interfase fluida entre el transporte público y el privado, los nuevos límites de velocidad van en la dirección de acabar con la rígida separación entre la corriente del tráfico y la de peatones. A 30 km/h o incluso a 20, según las vías, los coches ya no son bólidos amenazantes, sino vehículos tranquilos que se pueden integrar muy bien en calles peatonales. El siguiente paso es eliminar los semáforos y dejar que peatones y coches compartan pacíficamente el espacio urbano.

 

Llega el semáforo que distingue la buena de la mala comida

Ya se pueden ver algunas etiquetas NutriScore en los supermercados, pero se supone que desde comienzos de 2021 van a proliferar. No es la etiqueta ideal, porque puede marcar con luz roja alimentos tan buenos como el aceite de oliva (el NutriScore asigna puntos negativos a las grasas, sean cuales sean) y no toma en cuenta el componente ambiental del alimento (como su origen y modo de elaboración). Pero es un paso en la buena dirección, ya implantado en Bélgica y Francia.

 

Fotografía: MagniX