Del sonido al ruido

¿Qué es el sonido?

El sonido es un movimiento vibratorio longitudinal que se propaga en forma de ondas de presión a través de un medio (aire, agua, tierra, metales etc.) y que podemos percibir cuando tienen una frecuencia y una intensidad determinada.

La intensidad está relacionada con la amplitud de la onda sonora y con la cantidad de energía transportada, y la frecuencia es el número de variaciones de presión por segundo que realiza un cuerpo. Normalmente un sonido está compuesto por una suma de frecuencias armónicas denominadas tono. Entonces:

Cuanto mayor es la amplitud de una onda, mayor es la intensidad del sonido que se percibe.

Cuanto mayor es la frecuencia, el sonido se percibe más agudo.

¿Qué es el ruido?

El ruido es un contaminante muy particular. Todos lo sufrimos, pero no es fácil medirlo de manera objetiva. Las definiciones más usuales del ruido insisten en su carácter inútil o molesto desde el punto de vista de la persona que lo sufre: “Sonido inarticulado, por lo general desagradable”, según la Academia de la lengua o más sencillamente “sonido sin valor”. El ruido es sonido que nunca pagaríamos por escuchar, a diferencia de la música. Por el contrario, el ruido es un riesgo para la salud. Los estudios muestran sus efectos negativos sobre la capacidad de concentración de los escolares, y su estrecha relación con el estrés y los trastornos del sueño.

Las sensaciones que producen las ondas en el oído dependen de distintos factores físicos: la intensidad y frecuencia relacionado con la amplitud y la energía de la onda, la acústica del lugar y el momento del día, la sensibilidad de las personas o el tipo de ruido.

La unidad de medida es el hercio (Hz) y el decibelio (dB), la sensación sonora se relaciona con sonidos agudos y graves, fuertes y débiles que tienen que ver con el volumen empleado.