Para el medio ambiente

  • La lavadora, a grandes rasgos, gasta un 10% del consumo total de agua y alrededor de un 2% del consumo de energía, y produce en torno a un 5% del total de residuos. Es importante, pues, porque constituye un proceso que tiene impacto sobre todos los compartimentos ambientales.
  • Reducir el consumo de energía eléctrica tiene un impacto positivo, pues reduce la demanda y por ende la necesidad de quemar combustible en las centrales térmicas o nucleares. El ahorro de agua, aunque menor que el que se puede conseguir en el cuarto de baño, también es importante.
  • Reducir la cantidad de detergente y suavizante redundará en aminorar la carga de contaminación orgánica de las aguas. Por último, emplear envases de detergente rellenables contribuye a reducir la producción de basura.

Para tu bolsillo

  • El ahorro de energía eléctrica puede ser significativo si lavamos la ropa, siempre que sea posible, con agua fría. Hay que tener en cuenta que el ahorro de energía en un solo lavado con agua fría suele ser de 1 kWh en comparación con el lavado a máxima temperatura. Para una vivienda ocupada por tres personas y donde se ponen 250 lavadoras al año, el ahorro derivado de usar solo el agua caliente en ocasiones excepcionales puede superar con creces los 60 euros anuales.
  • Es menor el ahorro en la factura del agua, teniendo en cuenta el precio relativamente bajo de este recurso. Para una vivienda ocupada por 3 personas, se puede estimar en 14.000 litros al año, que al precio medio del agua serían unos 14 euros anuales.
  • La economía puede ser importante si utilizamos juiciosamente el detergente y si reducimos al máximo el suavizante.
  • También debemos tener en cuenta que los lavados cortos y en frío prolongan la duración de la ropa.
  • Por otra parte, las lavadoras de clase A son algo más caras que las convencionales, pero hay que considerar su mayor calidad, duración y los ahorros en consumos que nos aportará.