Si vas a hacer una nueva instalación

Lo más importante a la hora de crear una instalación es planificarla:

  • Localiza las zonas y las horas donde las iluminación natural incide.
  • Adecúa el tipo de iluminación al espacio y al uso. Por ejemplo, no es lo mismo la luz que necesitamos para trabajar que la luz para los lugares de paso como los pasillos.
  • Piensa en optimizar los focos. No es lo mismo querer iluminar un salón para poder ver mientras comemos, para lo cual podríamos utilizar una luz en el techo, que querer focalizar la luz en nuestra mesa de trabajo, para lo cual podríamos disponer de una lámpara de mesa. 

Además, hay otras muchas ideas novedosas para iluminar espacios con luz natural. Desde plantas que iluminan hasta botellas llenas de agua, aquí os dejamos algunas ideas muy sorprendentes.

Sustituir lámparas convencionales por bombillas LED

Si las bombillas que vas a sustituir son tipo fluorescentes compactas, las que hace unos años se empezaron a comercializar como bombillas de bajo consumo, quizás puedas esperar a que se agoten para sustituirlas. Aunque si estás deseando pasarte a las LED o tienes otro tipo de bombillas, aquí te sugerimos un plan de acción: 

  • Lo primero es contar el número de lámparas que tenemos en casa, y evaluar sus potencias respectivas. Si se trata de bombillas incandescentes, las de “toda la vida”, puede rondar entre los 40 y 120 vatios.
  • A continuación, veamos cuáles están encendidas más tiempo (una media de más de dos o tres horas al día).  Estas son las que debemos sustituir, en principio, por modelos de bajo consumo.
  • Ya en la tienda donde solemos comprar las bombillas, conviene investigar sobre los modelos disponibles. Las equivalencias varían según el fabricante pero por haceros una idea:
    Las LED de 5W sustituyen a bombillas de bajo consumo de 11W y a las incandescentes de 40; las LED de 7W sustituyen a las de bajo consumo de 15W y a las incandescentes de 60W; las bombillas LED de 9W sustituyen a las de bajo consumo de 18W y a las incandescentes de 75W; etc. Por lo que respecta a la vida media, la duración de las lámparas convencionales suele ser de 1.000 horas, 10.000 para las de bajo consumo y 50.000 para las LED. Estas equivalencias suelen figurar en el envase de cartón de las lámparas.

El envase de las lámparas también porta una etiqueta energética similar a la que se usa para los electrodomésticos. Las más eficientes son  de clase A, mientras que las menos son  de la clase F o G.

Actualmente también se pueden sustituir los tubos fluorescentes por tubos LED.