Sugerencias para averiguar si nuestra pauta de transporte es la más adecuada, desde el punto de vista económico y ambiental

En primer lugar, se trata de hacer una lista de los desplazamientos cotidianos:

  •  Desplazamientos domicilio/trabajo o por motivo de estudios.
  •  Desplazamientos por motivo de compras y otros que se realicen con regularidad: visitas familiares, centros médicos, etc.
  •  Desplazamientos por motivo de ocio: fin de semana, viajes de vacaciones…

Ahora se trata de elegir para cada uno de ellos la mejor opción, antes de emplear el vehículo privado:

  • ¿Existe una línea de transporte público que coincida aproximadamente con el trayecto?
    Pregunta a familiares y amistades y solicita información en las oficinas de la empresa local de transportes. Todas cuentan con mapas, guías, horarios y toda clase de información. Si analizas con detalle tu pauta de desplazamientos, verás cómo probablemente descubres que estás usando el coche más de lo debido, y que estás infrautilizando el transporte público.
  • ¿Podría hacer el trayecto sin combustibles fósiles? (Por ejemplo, a pie o en bicicleta).
    Un número sorprendentemente alto de desplazamientos en coche son tan cortos, que se pueden realizar a pie en pocos minutos. Algunos ayuntamientos están ya organizando redes de carriles bicis que pueden servir para los desplazamientos cotidianos, y no solo como deporte de riesgo.
  • ¿Podría ahorrar desplazamientos combinando viajes o simplemente evitándolos?
    Es algo que hacemos instintivamente. No obstante, si lo planeamos deliberadamente, seguro que averiguamos una o dos maneras de evitar viajes innecesarios que no se nos habían ocurrido antes. Aprovecha las posibilidades crecientes del teléfono, el correo convencional e internet.

Para más información sobre desplazarnos sin coche, accede a la Guía FVS Sin coche.