Para el medio ambiente

El vidrio supone una parte significativa del flujo de materiales y residuos a través del ecosistema doméstico. Pero también se trata de un material muy particular, con muy buenas posibilidades de contribuir a la mejora del medio ambiente.

Es uno de los pocos materiales de envase que se puede reutilizar directamente, sin necesidad de reciclarlo, simplemente lavando y rellenado los tarros y botellas (es el llamado sistema de consigna). No obstante, el vidrio rellenable ha perdido muchas posiciones en los últimos años, en favor del vidrio desechable, que sigue un proceso industrial de reciclado.

El primer contenedor de recogida de vidrio, los populares iglúes verdes, se instaló en 1982. Actualmente estos contenedores son los más numerosos de los contenedores dedicados a la recogida selectiva. No obstante, queda mucho camino que recorrer hasta conseguir una tasa de reciclado que reduzca las necesidades de materia prima al mínimo.

Por cada tonelada de vidrio reciclado se ahorran más de 1.000 kg de materia prima y más de 100 kg de petróleo, sin contar la reducción de la cantidad de residuos que van a parar a los vertederos.

Los envases de vidrio también se pueden reutilizar directamente en los hogares. Los envases utilizados, bien lavados, pueden servir para elaborar conservas y para muchos otros usos.

Para tu bolsillo

Elegir envases de vidrio en lugar de plástico, bricks o latas no supone un ahorro económico, más bien al contrario, pues el vidrio resulta ser el material de envase para alimentos de calidad (aceite de oliva virgen extra, conservas de pescado y vegetales selectos, etc.).

El sistema de consigna, mediante el cual podemos retornar los envases vacíos en la tienda y nos devuelven una pequeña cantidad de dinero por cada uno que entreguemos, supone un interesante estímulo económico. Hasta hace unos años, recoger y entregar este tipo de envases era una fuente de ingresos parecida a la recogida de papel para su venta. Hoy prácticamente ha desaparecido.

La reutilización creativa de los envases de vidrio usados nos permitirá algunos ahorros, simbólicos pero interesantes. Su larga duración los convierte en buenos recipientes para la realización de conservas caseras. Y es muy posible que los puedas regalar a alguien conocido para que los utilice.