Buenas prácticas para ahorrar agua

Revisa la presión: una presión elevada en la instalación del agua puede causar una avería o provocar ruido en las tuberías. Cuando se superan los tres bares, el agua sale con tanta fuerza que puede ocasionar fugas y llegar a estropear los grifos. Para evitarlo se utilizan reductores de presión, unas válvulas que estabilizan este parámetro dentro de la vivienda.

Comprobar la factura: es la mejor y más rápida manera de saber que no hay una cantidad inusualmente alta de consumo de agua, ya que esto indica que hay una fuga en alguna parte. Es el momento de revisarlo todo a fondo.

Prestar atención a las fugas: al menos una vez al año es totalmente recomendable comprobar si hay fugas en las tuberías, el fregadero y los accesorios de fontanería. Muchos electrodomésticos como los congeladores, los lavavajillas, los calentadores y las lavadoras tienen casquillos de caucho o arandelas que se debilitan con el tiempo. Es recomendable revisar de manera periódica volver a colocarlos apretándolos bien.

Comprobar la llave de corte: hay que tener siempre localizada la llave de corte de suministro de agua. Todos en la familia han de saber dónde se encuentra, ya que de esta forma podrán cortar el suministro rápidamente en caso de que fuese necesario y evitar de este modo daños mayores.

Cortar el suministro: es la manera de evitar escapes inesperados si planea estar fuera de casa durante un largo periodo de tiempo. No todos tiene la costumbre, y es una fácil manera de evitar graves problemas.

Aprovechar el agua que normalmente se va por el desagüe limpia: en los momentos en los que dejas correr el agua hasta que se caliente, no la dejes irse por el sumidero, recógela. Coge un cubo, barreño o similar y deja que se llene mientras el agua se calienta. El agua que normalmente se iría por el desagüe luego la podrás usar para regar, fregar el suelo…

No tirar residuos: aceites, disolventes, pinturas, etc. son sustancias que tienen que eliminarse siendo depositadas en el contenedor de residuos correspondiente y no por nuestros sumideros junto a las aguas domésticas. Su eliminación por los sumideros o el inodoro complican mucho los procesos de depuración de las aguas residuales. Guárdalos en un bote cerrado y llévalos a un punto limpio.

Reglas básicas para ahorrar agua y energía

• Es muy importante que el depósito acumulador (si lo tiene) y las tuberías de distribución de agua caliente estén bien aislados.

Regula la temperatura del termostato, entre 30 y 35ºC son suficientes para el aseo personal.

• Racionaliza el consumo de agua no dejando el grifo abierto al afeitarte o en el cepillado de dientes, y coloca aireadores en todos los grifos del hogar.

Cambia los grifos independientes para el agua caliente y fría por un grifo de mezcla o monomando.

• Una ducha corta consume cuatro veces menos agua y energía que un baño. El ahorro puede ser mayor si se utilizan cabezales de ducha de bajo consumo.

Otras opciones no aptas para todos los gustos

• «Dúchate en compañía» fue el lema de una campaña estadounidense de ahorro de agua y energía. Por lo que respecta a reducir el número de duchas semanales, se trata de una opción personal, relacionada con la agudeza olfativa de las personas que te rodean.

Xixi no banho –»haga pis en la ducha»– es otra campaña brasileña, lanzada en 2009, como estrategia para animar al público al ahorro de agua en el aseo personal.